lunes, 26 de noviembre de 2007

La neta, según yo

Para empezar, no creo que el boletín difundido en distintos medios, que no sólo email y el famoso blog, sea "difamatorio". Firmado o no, creo que es la expresión de muchas muchas dudas que no fueron resueltas en su momento.
Es cierto, organizar un encuentro internacional no es fácil y el esfuerzo no siempre reconocido. Yo no desacredito el trabajo de Lina, Elizabeth o Emilio, que quede claro. Pero seamos honestas, la cosa no fue lo que pensábamos. Yo he dicho varias veces que para mí hubo dos encuentros: uno bueno, otro malo. Antes debo decir que no era mi primera vez en este encuentro, pero sí la primera vez en que escucho y veo tantas cosas raras.

El encuentro bueno: el de nosotras compartiendo, haciendo amistades, nuevos proyectos y alianzas; el de la Mixteca siempre amable y hospitalaria, sus niños, su paisaje, su mezcal. Pero esas amistades, alianzas y emotividad no son ajenas a los encuentros literarios, menos aún cuando la poesía está flotando en todas partes; eso, lo hicimos nosotras, la calidad de la gente que acudimos, cosa que de manera natural se esperaría de quienes responden a una convocatoria que invita a llevar nuestro trabajo casi con un fin social. La Mixteca ha estado ahí siempre, sin nosotras, dispuesta a recibirnos con o sin Encuentro del País de las Nubes; pero rara vez alguna vuelve sin ese pretexto. A todas las que se fueron enamoradas de los poemas de los niños, de los talleres no planeados, de los abrazos, los autógrafos, el cariño y agradecimiento de la gente, etc., no se queden sólo con eso y escriban bonitos poemas, salgan a la calle, trabajen con los desprotegidos de su comunidad. Sé que algunas lo hacen, pero otras sólo se atreven cada año en Oaxaca.

El encuentro malo: Me parece a mí que lo dicho en el boletín no es ajeno a ninguna. Seamos honestas, son cosas de las que venimos hablando casi desde el primer día. Eso de la mala organización no es siquiera lo más importante. Ojo, no se trata de hoteles de lujo y flores, o de todas leyendo muy monas en Bellas Artes. El hecho es que hubo gente brindando sus casas, cocinando para nosotras, ofreciéndonos lo poco que tienen (aunque no en todos los casos, hubo a quien le toco casota con alberca) y la retribución fue mínima. Lo terrible es que todos los disque chismes no nacieron de nosotras, sino de la misma gente de Huajuapan, de nuestros anfitriones, de aquellos que dijeron haber sido presionados para recibirnos, de otros que se manifestaron ante nosotras en las calles y se dijeron molestos con Emilio, de las comunidades que expresaron no saber ni qué hacer con las poetas ni dónde meterlas. Lo también terrible es que un presidente municipal sufre un atentado y luego mandan a ese sitio a un grupo de mujeres que ni en favor de la poesía tienen por qué arriesgar su seguridad. Lo triste es que se disculpa el dicho presidente municipal, pero de Emilio no sale disculpa, palabra de aliento o algo que las hiciera sentir mejor y, al resto de nosotras, confiadas de que estamos bajo la coordinación de una persona para quien lo más importante somos las 66 poetas. Lo todavía más triste es que el grupo se divida y emerja el círculo de inconformes y el de las que quieren ver todo como un enorme arcoiris.

Vale, quedémonos con lo bueno. Yo lo haré, sin duda. Pero no nos quedemos calladas. Y esto lo digo porque es tan cobarde la que no pone su nombre, como la que anduvo murmurando muy indignada en todas partes y ahora se hace la que todo fue divino. Tampoco es de aplausos el ser indiferente.

A Lina y Emilio les digo que lo mejor es aclarar todo. Resolver las dudas. ¿Cómo realmente se organiza esto? ¿Hay o no patrocinio? ¿Hubo o no un rollo político involucrado? ¿Por qué la antología tiene un tiraje tan pequeño y no tiene registro, quién la paga realmente? ¿Por qué los reconocimientos no tienen firma de Emilio o sello de los supuestos patrocinadores (él tampoco pone su nombre a lo que es de su autoría)? Cuando el esfuerzo es legítimo y el propósito es bueno (que no quiero dudarlo), siempre se puede ser transparente. También se vale decir "la regué". Edifiquemos, tornemos lo malo en bueno. La Mixteca merece más y nosotras también.

La cosa no es estar unas contra otras y decir pestes de Emilio o Lina, se trata de expresar nuestra inquietud con el mismo respeto y honestidad con que esperamos se nos responda. Porque, bueno, si el río suena...

Por último, espero que Lina, Emilio y las compañeras del encuentro no se sientan mal por lo dicho aquí, sobre todo, porque yo de ustedes sólo recibí amor. Creo que nadie se arrepiente de haber sido parte de este encuentro, con sus dos caras. Pero tener el panorama completo y bien claro puede ser la puerta de entrada que nos reciba el próximo año

Ser poeta no es sólo sentarse a hacer versitos, es cambiar la realidad.

Ibet Cázares

P.D. Disculpen si se me fueron algunos errores, son las 5 y cacho de la mañana y ya estoy muerta.

1 comentario:

mujeres poetas dijo...

Por cierto, esto también lo publiqué en la comunidad de yahoo que abrió Ivonne.
Ibet